«Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella, no me salvo yo».

Nos hemos inspirado en esta frase de Ortega y Gasset para poder atender muchas de las problemáticas que padece nuestra sociedad. Si bien se puede entender como una posición individual y egoísta “yo soy yo”, se rompe esta idea cuando vuelves parte de tus circunstancias las condiciones en las que viven millones de mexicanos al interior de la república y que lamentablemente siguen siendo indiferentes ante los ojos de muchos.

La ausencia de empatía es uno de los principales males que padece nuestra sociedad, pues los que son más competitivos logran avanzar y adaptarse a las transformaciones que exigen los cambios tecnológicos, los demás corren el riesgo de evitar el desarrollo y petrificarse como fósiles sociales. Debemos desarrollar proyectos que incluyan a aquellos que no han tenido la fortuna de tener acceso a la educación, a sistemas dignos de salud, a una alimentación balanceada, a dormir tranquilos y a vivir en paz.

Toda esta población es parte de nuestra circunstancia, en el momento que todos los que tenemos la intención y la energía de hacer cambios los incluyamos como prioridad, estaremos generando cambios de fondo y no de forma. En el momento que la diversidad cultural de la que goza, y tanto presume, México deje de ser muestra de colores en fiestas, ferias y museos y se transforme en fortaleza para el desarrollo de tecnología e investigaciones, estaremos impulsando más cambios y abriendo nuevos caminos para todos.

El día en que nos veamos y nos tratemos todos como iguales, sin importar ninguna condición, ese día, no habrá brechas que nos separen, tan sólo habrá leyendas del México que éramos y que logramos cambiar para dar bienestar a todos.